Prueba de conducción: Volvo XC40 Recharge Twin

Me gusta Volvo, me gustan los coches eléctricos. Así que debería estar encantado tras mi prueba del XC40 100% eléctrico… Pero salí frustrado. Déjeme explicarle.

Empezaremos presentando el coche… O mejor dicho, nos limitaremos a los puntos principales, ya que Thomas hizo un magnífico trabajo durante su primera reunión. Estamos ante un Volvo XC40 Recharge Twin con dos motores eléctricos que desarrollan 408 CV y 660 Nm alimentados por una batería de 78 kWh (75 de ellos útiles). La autonomía anunciada es de 418 km WLTP. Si las dimensiones exteriores no cambian (4420 x 1863 x 1652), el maletero pierde algunos litros en la operación: donde las versiones 100% térmicas ofrecen 460 litros, este «Recharge Twin» 100% eléctrico tiene que conformarse con 413 litros… a los que se añaden otros 31 litros, ocultos bajo el capó delantero.

Ahora que tengo todas las cifras de una vez, podemos concentrarnos en lo esencial: ¿qué me parece este XC40 eléctrico? En primer lugar: me encanta el exterior. El SUV de Volvo siempre me ha parecido bastante elegante, pero la obstrucción de la parrilla lo hace, en toda la subjetividad, bastante moderno. ¡Y luego este color! Un verde salvia metalizado a 1.350 euros (350 euros con el acabado «Pro») que también es muy moderno. Tan moderno, de hecho, que el reestilizado C3 Aircross que llegó al mercado más tarde ofrece un «Gris Caqui» bastante parecido. Pero no divaguemos: lo dicho, la versión eléctrica del XC40 me enamora.

En el interior, iremos aún más rápido: nada cambia, o muy poco. Las cinco plazas están ahí, el maletero es decente (por no hablar del pequeño espacio bajo el capó, perfecto para guardar cables), el ambiente es oscuro pero el techo panorámico hace, como siempre, la labor de aportar luz al mismo -una pena, sin embargo, que sólo esté reservado para la versión «Pro» de la gama más alta-. Los materiales de calidad honesta están presentes, al igual que la fea moqueta de los amplísimos paneles de las puertas, señala el concesionario de coches segunda mano Sevilla Crestanevada. Dispone de todo el equipamiento que se pueda desear, pero destacan dos: el sistema de sonido Harman/Kardon y la parte multimedia, que se confía a Google.

Sí, el sistema de sonido h/k sorprendentemente me dio un bajo zumbante y un agudo ligeramente demasiado agudo. No se parece en nada al resto de las configuraciones hifi de Volvo, incluida la que tuve con la versión híbrida (sin embargo, el mismo sistema de la misma marca); ¿quizás una molestia sólo limitada a mi modelo de prueba? Quiero creerlo. En cuanto a la parte multimedia, tenía ganas de ver lo que la hipermarca americana podía ofrecernos en cuanto a la interfaz del coche… y al final no me ha sorprendido especialmente. La pantalla central es la misma que en las otras versiones, aunque la pantalla del velocímetro ha sufrido una cirugía estética para tener un aspecto mucho más moderno que antes. Ah, sí: la integración nativa de Google Maps, combinada con tu cuenta personal de Google, hace que encontrar lugares y rutas sea superfácil y el Asistente de Google (el famoso «OK Google») es jodidamente eficiente, solo tendrás que hacerte a la idea de que el gigante americano sabrá aún más de ti. Tendría curiosidad por saber qué datos de conducción utiliza el señor Google… Dos pequeñas observaciones: me hubiera gustado ver la potencia de carga instantánea en lugar de los kilómetros ganados por hora, y una actualización del GPS sería bienvenida. Me parece una pena que el planificador de rutas sólo ofrezca sugerencias de paradas de recarga a tu alrededor y no en todo el trayecto, sobre todo cuando su gran rival, el Tesla Model Y, lo ofrece.

¿Y en movimiento? Tengo que admitir que el interés de meter dos motores y 408 CV en un SUV familiar no me llama la atención, pero sí tiene la ventaja de que los ritmos de aceleración y aceleración son severos: 4,9 segundos de 0 a 100 km/h, que empiezan a hablar por sí solos, sobre todo porque los neumáticos se agarran al pavimento con esplendor. Sin embargo, estos dos motores y esta potencia inducen otro componente: el XC40 Recharge Twin no es un campeón del consumo. Nada dramático, pero estoy seguro de que una reducción drástica de la potencia nos permitiría ir muy por debajo de los 18 kWh/100 km registrados en el uso suburbano. En autopista, el Volvo se estabilizó en 25 kWh/100 km, lo que también está en la media. Por otro lado, es un absoluto placer de conducir: el confort es maravilloso, el sistema «One Pedal» está perfectamente calibrado (si no eres fanático, desactívalo y el XC40 irá a rueda libre cada vez que levantes el pedal), y las ayudas a la conducción son bastante naturales. Como puedes ver, aunque (alerta de spoiler) los 1.200 km recorridos al volante no hayan sido siempre una experiencia descansada, conducir el XC40 eléctrico a diario es un auténtico placer.

Es sorprendente hasta qué punto Volvo se ha inspirado en Tesla en la experiencia de conducción: sin botón de arranque (basta con pisar el pedal de freno y seleccionar una marcha), sin modos de conducción ni niveles de regeneración: con el XC40 Recharge Twin, la palabra clave es claramente fluidez. ¡Lo único que falta es un desbloqueo/arranque por teléfono y estaremos bien!