Prueba de conducción: DS 9 E-Tense 225

Conducir el DS 9 me hizo sentir una extraña sensación: la de estar simultáneamente muy feliz y muy triste. Fui a probar la nueva berlina francesa en su versión híbrida enchufable en Champagne y te lo cuento todo:

Muy feliz… Conducir el DS 9 me hizo muy feliz, una sensación que se hizo patente en cuanto recibí las llaves de mi coche. Ya había ido a ver la gran berlina francesa (¡4,93 m!) en el estudio el año pasado, pero descubrirla por fin con luz natural me alegró: el consenso está ahí, el DS 9 es un buen coche. En las fotos, temía un desequilibrio entre un frontal muy macizo y una zaga mucho más retraída, pero el día que pasé conduciendo me aseguró que el DS es elegante. El parecido familiar con el DS 7 Crossback es innegable, con los tres faros en forma de «diamante», la firma luminosa vertical y la parrilla engastada con cromo en los extremos, una parrilla que además está adornada con un curioso diseño paramétrico en 3D. O lo amas o lo odias, pero no te deja indiferente.

También en la parte trasera, el DS 9 se impone manteniendo los rasgos característicos del DS 7, destacando los finísimos faros tratados como escamas, absolutamente chic en mi opinión. Por lo demás, la tercera luz de freno recorre toda la anchura del maletero, los escapes no son (demasiado) falsos y los sables cromados que van desde los extremos de las luces hacia el perfil aportan ese pequeño toque de brillo que se puede encontrar en los otros modelos de la gama. Ah, y hablando del perfil: los tiradores de las puertas empotrados añaden un toque de valor al coche, y me parecen más agradables de sujetar que los del DS 3 Crossback.

Esta es una impresión muy positiva del aspecto del DS 9, que sólo se intensifica cuando se abre una de las puertas, señala el concesionario de coches segunda mano en Madrid Crestanevada. Nos subimos a bordo y el muy apagado portazo nos pone sobre aviso: DS ha puesto mucho empeño en la calidad percibida de su DS 9. Y calidad tiene, sobre todo si se ha marcado la opción (a… 4 950 €) del interior «Opera». En este caso, todo el salpicadero y los paneles de las puertas están revestidos de cuero Nappa «Negro Basalto» o «Rojo Rubí» con un exquisito efecto de pátina; el revestimiento del techo está recubierto de un precioso Alcántara negro. Los asientos tienen la tradicional banda de reloj, mientras que los pasajeros traseros disponen de dos asientos laterales calefactados, masajeados y ventilados, mientras que el reposabrazos central tiene un acabado similar al del resto del habitáculo y cuenta con tomas USB adicionales. Los pasajeros traseros probablemente no querrán bajarse de él, sobre todo porque la distancia entre ejes de 2,90 m (un récord para la plataforma EMP2, 11 cm más larga que la de un Peugeot 508) permite un confort superior, especialmente en las rodillas y los pies. Una cosa es cierta: la DS 9 sabe recibir.

Un último punto sobre la parte estática, el coche fotografiado y descrito corresponde al acabado «Opera +». El otro acabado disponible, denominado «Performance Line +», tiene un toque más deportivo con el abandono de los cromados en el exterior, mientras que el interior prefiere estar revestido de Alcántara.